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Ale se quedó sin pareja… y esto aprendió de sus finanzas
marzo 04, 2025| neoFinanzas | bineo

San Valentín terminó y Ale siempre pensó que el amor estaba en el aire, que con la persona correcta todo iba a fluir sin tanto estrés. Pero la vida le dio un giro inesperado: después de varios años de relación, decidieron tomar caminos diferentes.
Y aunque en ese momento parecía que el mundo se le venía abajo, pronto se dio cuenta de que había algo más que necesitaba poner en orden… sus finanzas.
El principio del caos: la vida sin pareja
Cuando Ale rompió con su pareja, no solo se enfrentó a la montaña rusa emocional (porque claro, es imposible no sentir el dolorcito en el corazón cuando todo cambia), sino que de repente, se dio cuenta de algo curioso: su dinero estaba tan compartido como las canciones de su playlist.
Entre cenas, viajes y hasta el contribuir a la cuenta de streaming (sí, ese gran detalle que pasa desapercibido durante la relación), el dinero en común era una constante.
Pero ahora, con una sola cuenta, Ale tuvo que aprender a navegar el océano de las finanzas sin tener a alguien con quien compartir los gastos.
Lo que pensó que sería un golpe de realidad doloroso se convirtió en la oportunidad perfecta para tomar las riendas de su vida financiera. Y así fue como aprendió, paso a paso, a mejorar su relación con el dinero.
Lección 1: La importancia del presupuesto personal
Lo primero que notó fue que, sin su pareja, no había más pago compartido de cuentas. Ya no había esa confianza de "hoy yo pago y mañana tú".
Ale tuvo que hacer un presupuesto personal realista, y no, no era solo calcular lo que gastaba en café. Se trataba de todo: desde la renta del depa hasta los gastos chiquitos como el transporte o las suscripciones que a veces, ni usaba (pero ahí seguían cobrando, como la nostalgia de su relación pasada).
¿El truco? Poner límites, asignar un porcentaje de sus ingresos para ahorrar, otro para diversión y otro para emergencias. Sí, como cuando decides que vas a hacer una cena con amigos, pero a la hora de la hora, te das cuenta de que no hay margen para la pizza extra, ¡ni modo, a ajustar!
Tip de Ale: "Aunque tu pareja ya no esté en la ecuación, lo más importante es ser responsable contigo. Un presupuesto bien hecho puede salvarte la vida y no solo tu cuenta bancaria."
Lección 2: El poder del ahorro en solitario
En pareja, es fácil dejar que el dinero se derrame por todos lados: una cena aquí, unas compras allá. Pero ahora, Ale se dio cuenta de que tener control sobre su dinero era crucial para su paz mental.
No se trataba de que la vida fuera más cara por la soltería, sino de que, si algo pasaba, la única persona responsable era Ale.
Así que empezó a ahorrar a lo grande. Abrió una cuenta de ahorros donde comenzó a guardar una parte fija de sus ingresos. No se trataba solo de los “ahorros por si acaso”, sino de prepararse para el futuro y poder disfrutar de las cosas sin tener que preocuparle si a fin de mes podía pagar la renta.
¿La lección? Ahorrar no es solo para el futuro, sino para mantener la calma en el presente. Y aunque de vez en cuando se echó un buen antojo, también le dio espacio a las inversiones que le darían más tranquilidad con el tiempo.
Tip de Ale: "El dinero no lo es todo, pero te juro que da una paz mental que no tiene precio. ¡A ahorrar, pero sin olvidarte de disfrutar la vida!"
Lección 3: Controlar los impulsos y decir “no” al gasto innecesario
Cuando Ale cortó, los amigos le recomendaron de todo: desde viajes espontáneos hasta darse esa vida nueva, con ropa nueva.
Era tentador, claro. Pero Ale se dio cuenta de que, en el fondo, lo único que necesitaba era reconciliarse con la soltería, no con una tarjeta de crédito llena de compras impulsivas.
Así que, en lugar de irse de shopping para sanar el corazón, Ale decidió poner un alto. Y es que la clave estaba en ser consciente de que no todo lo que quieres ahora es algo que realmente necesitas.
Decidió seleccionar mejor sus compras y, sobre todo, se dio cuenta de lo que realmente le aportaba valor.
¿El truco? Pensar dos veces antes de comprar algo y tener en cuenta si es una compra emocional o algo realmente necesario. ¡Adiós a la ropa que usas una vez y se queda en el fondo del armario!
Tip de Ale: "Las compras impulsivas no curan el corazón roto, pero un buen control de gastos sí puede darle paz a tu mente."
Lección 4: Vivir en el momento, pero con visión a largo plazo
Por último, Ale aprendió a disfrutar la vida en soltería, pero siempre con un ojo puesto en el futuro. Después de todo, andar sin pareja no solo es para disfrutar el presente, sino prepararse para lo que venga.
Decidió aprovechar cada oportunidad de mejorar su situación financiera, mientras se daba tiempo para lo que le gustaba: clases de yoga, viajes, y hasta una pequeña inversión en un curso de fotografía.
¿La lección? No hay que ser genios para saber que, aunque el presente es importante, el futuro también. Y con el dinero bien administrado, ¡el futuro se ve más brillante!
¿Y tú qué aprendes de esto?
Ale ahora es más independiente que nunca, no solo en sus relaciones, sino también con su dinero. Y aunque todo comenzó como un golpe de realidad después de su ruptura, lo cierto es que terminó siendo una bendición disfrazada.
Las finanzas, como la soltería, no siempre son fáciles, pero con las herramientas adecuadas, puedes liderar tu propio destino.
Así que, si alguna vez te encuentras en una situación similar, no dudes en tomar el control de tu futuro financiero. A veces, lo que parece un fin, en realidad es solo el principio de algo mucho mejor.
El truco extra: Organizarse con Pockets bineo
Ale descubrió que una de las mejores formas de manejar su dinero era separarlo en diferentes bolsillos según su objetivo. Y ahí fue donde entró Pockets bineo, una herramienta que le permitió dividir su lana sin complicaciones.
Creó un Pocket para el depa, otro para su próximo viaje, y hasta uno para esos antojos inevitables. Así, en lugar de que su dinero se mezclara y desapareciera como por arte de magia, pudo visualizar exactamente cuánto tenía para cada cosa.
Lo mejor de todo es que los pockets no solo ayudan a organizar el dinero, sino que también le dan rendimiento anual del 75% CETES, lo que significa que Ale no solo estaba guardando su lana, sino que también la estaba haciendo crecer sin mover un dedo.