Deuda buena vs deuda mala, ¿de qué lado estás?

enero 28, 2025| neoFinanzas | bineo

Deuda buena vs deuda mala, ¿de qué lado estás?

Hablar de deudas puede ser como hablar de dietas en una fiesta: nadie quiere hacerlo, pero todos saben que es necesario.  

Y aunque la palabra "deuda" tiene mala fama, no todas son malas. Sí, existen deudas que pueden ser tus aliadas para cumplir metas, y otras que son como esa amistad tóxica que necesitas dejar ir.  

Hoy te contamos la diferencia entre deuda buena y deuda mala, para que puedas tomar decisiones más inteligentes con tu dinero. 

 

¿Qué es una deuda buena? 

La deuda buena es como esa inversión que haces hoy para mejorar tu vida mañana. Se trata de préstamos que pueden ayudarte a generar valor o aumentar tus ingresos a largo plazo. Aquí algunos ejemplos claros: 

Comprar un inmueble 

Un crédito hipotecario puede ser considerado deuda buena, ya que al final te quedas con un bien que generalmente aumenta su valor con el tiempo. Además, en lugar de pagar renta, inviertes en algo que será tuyo. 

Educación 

Un crédito educativo también entra en esta categoría, porque te permite mejorar tus habilidades y, en consecuencia, tus oportunidades laborales. Eso sí, asegúrate de que el costo del crédito no sea mayor al beneficio que recibirás. 

Un negocio 

Si usas un préstamo para emprender o expandir tu negocio, y este genera más ingresos que lo que pagas de intereses, estás del lado correcto de las deudas. 

 

¿Y qué onda con la deuda mala? 

La deuda mala es como esa compra impulsiva que no necesitabas, pero te dio una satisfacción temporal. Este tipo de deuda suele estar relacionada con bienes o servicios que pierden valor rápidamente o no generan un beneficio a largo plazo. Ejemplos: 

Compras con tarjetas de crédito sin control 

Si llenas tu carrito de compras online con cosas que no necesitas y no puedes pagarlas al corte, la deuda crecerá rápidamente gracias a los altos intereses. 

Préstamos para gustos pasajeros 

Vacaciones, gadgets o ropa de moda financiados con préstamos caros pueden convertirse en deudas difíciles de manejar. 

Deudas con tasas altísimas 

Cuidado con los préstamos exprés o las tarjetas departamentales con intereses elevados. Muchas veces terminan costándote mucho más de lo que pediste prestado. 

 

¿Cómo identificar si una deuda es buena o mala? 

Hazte estas preguntas antes de comprometerte con cualquier deuda: 

  • ¿Va a generar valor a futuro? Si el préstamo mejora tu vida o tus ingresos, puede ser una buena idea 
  • ¿Puedo pagarlo cómodamente? Si la deuda compromete más del 30% de tus ingresos mensuales, piénsalo dos veces 
  • ¿Es un gasto necesario o un capricho? Si es algo que puedes posponer o ahorrar para comprar, probablemente no vale la pena endeudarse 

 

Consejos para manejar tus deudas  

  1. Prioriza las deudas buenas. Si vas a endeudarte, hazlo para cosas que realmente valgan la pena y tengan un impacto positivo a largo plazo 
  2. Evita los intereses altos. Compara opciones y busca tasas bajas para que el costo de tu deuda sea manejable 
  3. Planifica tus pagos. Establece un presupuesto que te permita cumplir con tus compromisos sin descuidar tus necesidades básicas 
  4. No te endeudes por caprichos. Antes de pedir un préstamo o usar la tarjeta, piensa si realmente lo necesitas 

 

El balance es la clave 

Las deudas, como todo en la vida, pueden ser buenas o malas dependiendo de cómo las uses. La deuda buena te ayuda a crecer y a construir un futuro más estable. La deuda mala, en cambio, puede meterte en problemas si no la manejas con cuidado. 

Recuerda: el poder está en tus decisiones. No temas a las deudas, pero aprende a reconocer cuáles te acercan a tus metas y cuáles te alejan de ellas. ¡Tú tienes el control!